viernes, 23 de marzo de 2012

The Spanish Midfielder

Desde que coincidieron en el tiempo la innovación estilística de la Selección Española iniciada allá por 2007 y el aterrizaje en el primer equipo del FC Barcelona de Pep Guardiola, con su filosofía de juego y lo que ésta ha generado, genera y generará, la figura del jugador español ha cotizado al alza y ha permitido que muchos de los mejores jugadores patrios estén explotando en el extranjero, ganándose su pertinente y merecida cuota mediática. Pero si una liga está especialmente interesada en este perfil, y más concretamente para la parcela del centro del campo, es la más potente de las Islas Británicas. Si algo está de moda recientemente en la Premier League inglesa, la considerada por la mayoría la mejor Liga del Mundo, es el futbolista español de calidad, preciso y de toque. Algunos llevan más tiempo en ella, como Jordi Gómez o Mikel Arteta, pero la auténtica revolución data de pocas fechas atrás.

La elección del “Spanish Midfielder” viene motivada, no sólo por el cambio de estilo de muchos equipos en todo el mundo producido tras apreciar los éxitos que trae consigo el estilo España o el estilo Pep, sino también porque éste rompe auténticamente los esquemas y los conceptos más básicos de muchos equipos ingleses de zona media e, incluso, los de alguno de zona acomodada y alta. La variedad posicional, la versatilidad, el conocimiento de su posición y lo que ésta conlleva, la pluralidad de recursos, la solidaridad defensiva… todas estas características, que se podrían resumir en que no se les puede situar a la perfección en un único puesto en los onces iniciales de cada partido; esa riqueza futbolística, con toques de imprevisibilidad, hace que los equipos que cuentan y confían en ellos partido tras partido se estén llevando resultados positivos jornada tras jornada. Hace que estén suponiendo una auténtica revolución para el fútbol inglés.

A David Jiménez Silva no hay que descubrirlo. Todos vimos su potencial con España y con el Valencia, pero pocos se imaginaban que iba a ser tan importante en el proyecto Manchester City que lidera Roberto Mancini. No tardó en adaptarse tras su llegada al noroeste de Inglaterra, y poco a poco se fue soltando hasta el punto de ser, salvo contadas excepciones, el mejor jugador de los citizen. Él marca las diferencias, es capaz de aportar cosas que Nasri, Milner o Yaya Touré jamás serían capaces de otorgarle al centro del campo del equipo en el que cohabitan. Puede partir por cualquiera de las dos bandas, por el centro, incorporarse al ataque como un delantero más o ayudar a los defensas. El hecho de que vayan a pelear por la Premier League 2011-12 es, en un alto porcentaje, culpa de David Silva.

Voces sabias apuntaban a principio de temporada, y en mitad de un titubeante arranque del Chelsea FC con André Villas-Boas a los mandos, que Juan Manuel Mata empezaba a ser para los blues lo que David Silva es para el Manchester City. Y aunque no en el mismo grado, comparten características similares que hacen del burgalés otro “Spanish Midfielder” rompedor. En el tiempo que tardó el Chelsea en encontrar XI fijo y estilo definido, buscando imitar al exitoso FC Porto de André en la pasada campaña, Mata era un fijo y un balón de oxígeno encuentro tras encuentro. Daba igual en qué banda cayese, con quién se tuviese que asociar.

Oriol Romeu es el joven por el que muchos suspiran. El canterano del FC Barcelona destacó en el Mundial Sub 20 de Colombia y eso le ayudó para que Villas-Boas se lo llevase a su Chelsea. Pero no para darle un rol secundario como pasó con Lukaku en otro puesto; no para permanecer sentado siempre en el banquillo a la sombra de Obi Mikel, sino para que se afianzase como mediocentro defensivo y organizador en un Chelsea que requería de aire fresco en esa posición. Pese a que su parcela en el verde sí esté más acotada que en otros casos, Romeu no es un mediocentro defensivo al uso, lo que está despistando a muchos equipos rivales y haciendo que se gane la etiqueta de “Spanish Midfielder”. Para ejemplificar esta idea, basta con compararlo con otros jugadores de –teóricamente– su mismo rol como Nigel de Jong, o jugadores de otras ligas, como Mark van Bommel o Gary Medel. Oriol aporta siempre una salida de balón estética y elegante, con un enorme acierto y precisión en los pases que efectúa. Además, es el coordinador del triángulo que se forma en el centro del campo blue, distribuyendo el juego a los Lampard, Ramires, Meireles, McEachran… es uno de los pilares maestros del renovado Chelsea. Tanto es así, que cuando es John Obi Mikel el que ocupa su puesto, el equipo registra muchísimas más pérdidas de balón en el centro, la salida de balón no es tan elegante y efectiva y se denotan más imprecisiones al faltar un director en esa zona.

Quizá en el caso de Mikel Arteta lo que se recalca en esta analítica se nota algo más. Ya en su estancia en el Everton, una gran masa de aficionados pedía la inclusión del donostiarra en una España con muchísimo nivel competitivo en su puesto. El rendimiento demostrado hasta ahora en su salto a un grande como el Arsenal FC tras abandonar las orillas del Mersey sigue estando acorde a lo demostrado cuando vestía la camiseta toffee. Además, ha tenido la suerte de encontrarse con un Alexandre Song en su mejor momento, un socio perfecto con el que asociarse. Aúna en su figura toques de todos los hombres mencionados anteriormente. Song está siendo últimamente el encargado de recoger el balón que saca la defensa gunner, así como de darle la cobertura necesaria en todo momento a esta línea –con mucha frecuencia últimamente, vistas las lesiones y los recambios que emplea Wenger–, lo que ha permitido que Arteta se convierta oficialmente el box-to-box, la auténtica columna vertebral del equipo, entendiéndose con un polivalente Ramsey y con los extremos. Su posición se puede también acotar –aunque ni mucho menos como en el caso de Romeu–, pero esto no evita que sea capaz de sorprender en algunas jugadas apareciendo por bandas. Interrelaciona todas las piezas ofensivas del Arsenal, da sentido y lógica interna al juego de un equipo que perdió parte de su estilo tras la marcha de Cesc Fàbregas al FC Barcelona en verano. Y completa todo esto encargándose del balón parado. No puede asumir el rol del de Arenys por las diferencias de nivel y porque este perfil ha de ser teóricamente heredado o por Ramsey o por Wilshere cuando se recupere, pero poco más se le puede pedir.

Otro que también merece mención es Jordi Gómez, que da otro aire a un Wigan Athletic que no puede hacer más que pelear por mantener la máxima categoría y que con él en el césped mejora de forma notable. Y es que en definitiva, lo innovador, lo útil, lo revolucionario y lo estético del “Spanish Midfielder” externaliza el fútbol español y contribuye a aumentar su prestigio a nivel internacional. Es una de las manifestaciones y uno de los signos más evidentes de su buena salud actual en cuanto a jugadores de calidad, sobre todo, en la medular.

[Artículo para el segundo número de la revista Football Everywhere, descargar aquí]

1 comentario:

  1. La elección del “Spanish Midfielder” viene motivada, no sólo por el cambio de estilo de muchos equipos en todo el mundo producido tras apreciar los éxitos que trae consigo el estilo España o el estilo Pep,El futbol realmente puede traer felicidad a las personas.

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