domingo, 26 de junio de 2011

Conclusiones de la Eurocopa

Anoche concluyó en una entretenidísima Final el campeonato de Europa sub 21 de Dinamarca entre las selecciones de Suiza y de España. Una final que coronó a la selección española como campeona de la categoría tras ganar por 0-2 al conjunto helvético con un excelente fútbol y una gran plantilla. Se ha desarrollado un campeonato con muchísimos detalles, muchísimos nombres y excelentes partidos dignos de ser resumidos, dejando sobre la mesa lo más importante de cada selección.

A modo de introducción general hay que dejar claro que, como en todo campeonato, ha habido sorpresas positivas y decepciones. En esta ocasión, las decepciones eclipsan a las revelaciones.

  • España, campeona de Europa 13 años después

Los de Luis Milla han cumplido con creces el papel de favoritos que se le otorgó al comienzo del campeonato. Apenas ha cometido ningún error en el global del campeonato. Una plantilla de gran nivel, con jugadores de excelente calidad que ya cuentan en enormes equipos y porque se lo han ganado. Una defensa férrea con nombres como Montoya, Dídac Vilà o Alberto Botía, un centro del campo espectacular que orbitaba alrededor de la creatividad y bajo la batuta de los campeones del Mundo Juan Mata y Javi Martínez, con puñales en los laterales como Jeffrén Suárez, Thiago Alcântara o Iker Muniain y un nombre que significa gol, como es Adrián López, bota de oro del torneo como máximo goleador del mismo. Quizá, la única sorpresa negativa en el seno de un grupo de jugadores que son personas normales y de excelente calidad humana -manteniendo la cohesión que tiene la plantilla absoluta- es que se le discutiese a Luis Milla la titularidad del mismo Adrián en beneficio de un Bojan Krkić quien se ha pasado más de la mitad del campeonato negociando su marcha a la AS Roma. Sin embargo, Adrián ha logrado demostrar por qué debe ser el delantero de esta selección, apagando el debate a base de goles en un torneo en el que apenas han destacado delanteros.

El poderío español en este torneo ha residido en saber hacer que todos sus rivales, tengan el nivel o las individualidades que tengan, acaben limitándose a correr tras el balón, presionar e, incluso, encerrarse atrás. Todo esto lo han logrado reteniendo para sí la posesión del esférico y mediante la creación y el toque en la zona de Mata y Javi Martínez, los que ponían el primer nombre de cada jugada. Tan solo costó hacer válido este planteamiento el día de la Final, donde Suiza se resistió en las fases inicial y final del encuentro.

  • Suiza, una gran aspirante con mucho fútbol

Los de Pierluigi Tami han demostrado ser de las selecciones más potentes del torneo. Viendo el nivel real que ha demostrado Inglaterra, la única que le podía plantar cara y poner contra las cuerdas a la selección española. Basada en un grupo muy completo en todas las líneas, con nombres que ya son famosos como Yann Sommer, Philippe Koch, Timm Klose, Berardi, Rossini, Lustenberger, Shaqiri, Xhaka, Emeghara o Mehmedi, han sido capaces de abatir a todas las selecciones que le plantaron cara en el grupo, deshaciéndose con mucha calidad de una buena Dinamarca, desesperando a una Islandia a la que le metieron el primer gol en 35 segundos y sin dar apenas oportunidad a una buena Bielorrusia, se plantaron en semifinales. Pese a que la República Checa les plantó mucha cara forzando incluso la prórroga, Suiza supo ganar a base de paciencia y llegar a la final contra España. Una final en la que supieron anular a España que apenas tuvo una ocasión en los primeros 20-25 minutos. Sin embargo, cayeron ante el método español con el paso de los minutos, y no pudieron evitar que el centro de Dídac Vilà fuese rematado por la cabeza de un Ander Herrera que subía desde atrás. Pese al intento de resurrección helvética en la segunda mitad, Suiza se sentía anulada, síntoma que se manifestaba en que muchos de sus mejores jugadores sólo pudieron limitarse a hacer faltas -sin recibir tarjetas de amonestación, como son los casos de los que debieron ser expulsados, Xhaka y Berardi- permitidas por el colegiado italiano Paolo Tagliavento, quien se marcó una final de muy bajo nivel. Cuando comenzaban de nuevo a asediar el marco de David De Gea, Thiago Alcântara marcó el gol del torneo, imparable para los suizos y acabando con el partido.

Selección que ha dejado grandes sensaciones y grandes nombres en todas las líneas, con muy buen estilo de juego y con efectividad de cara a puerta. Llegó a la final ganando todos los encuentros y tan solo encajó goles en la Final del torneo.

  • Bielorrusia, olímpica por primera vez

Una selección que se clasificó apurando los minutos finales de una prórroga contra Italia, a la que le remontaron un 2-0 de la ida en suelo bielorruso y arrancaron un billete a Dinamarca. Leyendo su plantilla, muy pocos esperábamos que Bielorrusia pudiese avanzar de la fase de grupos, pero el goal average estuvo de su parte. La victoria contra una buena Islandia fue vital para clasificarse para la fase final. Pese a perder contra Dinamarca y contra Suiza los otros dos partidos, la diferencia de goles les benefició para deshacer ese triple empate y batirse el cobre contra España en semifinales. Apenas habían demostrado en el grupo su fútbol, porque fueron superados de manera amplia por Dinamarca y Suiza, pero se plantaron en semifinales manteniendo su idea clave: líneas juntas, un bloque unido en defensa y ataques muy verticales, normalmente al contraataque. Así se adelantaron contra España con un gol inmerecido de un gran Varankow y estuvieron a un minuto de eliminar a los que serían los campeones. Pese a la remontada en la prórroga de los de Milla, el campeonato iba a ser histórico para ellos. Manteniendo su ideal de juego, siempre fijo, lograron darle la vuelta al dominio de la República Checa en la primera mitad del Tercer y Cuarto Puesto, llegando más que los de Praga en la segunda mitad y llevándoles con un gol de Egor Filipenko a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, por primera vez en fútbol masculino.

Han sido una plantilla eficaz pese a lo poco estético de su fútbol, con una defensa contundente compuesta por nombres como Hutar, Matsveychyk, Palitsevich, Veratsila o Filipenko, y con buenos jugadores ofensivos como los delanteros Varankow o Skavysh y los centrocampistas ofensivos Perepechko (que apenas contaba al inicio por ser el mero sustituto de la estrella bielorrusa Yurchenko, lesionado) y Nyakhaychyk, un auténtico incordio para las defensas por la banda derecha,

  • República Checa, de más a menos

La selección de Dovalil prometía muchísimo con el juego que desarrollaron en su primer partido del torneo contra Ucrania, con nombres de calidad en el mediocampo que parecía que iban a liderar el proyecto checo camino a las rondas finales. La entrada de Jan Morávek revolucionó aquel encuentro y nos permitió descubrir quiénes eran Bořek Dočkal, Libor Kozák y, sobre todo, Tomáš Pekhart. Pese a lo estrecho del marcador aquel día, la superioridad desplegada en el césped imponía a España en la previa del segundo partido. Un partido en el que cayeron ante el método de La Roja y nada pudieron hacer. Contra Inglaterra, día en el que debían demostrar la continuidad de su estilo de creatividad en el mediocampo para batir a Inglaterra, sufrieron más de lo esperado. Una mala Inglaterra logró adelantarse en el marcador y eliminarlos por momentos, pero la remontada liderada por Pekhart y, sobre todo, otro nombre revelación en los checos como fue Chramosta, los llevó a ponerse 1-2 en el marcador y pasar a semifinales. Contra Suiza se mantuvieron férreos atrás y forzaron una prórroga, pero cayeron ante una selección helvética que no tuvo que exigirse al 100% para pasar a la final. En el play-off Olímpico comenzaron dominando con llegadas generadas por Tomáš Hořava y Vácha, pero en el segundo tiempo, no pudieron superar la red defensiva bielorrusa. La desesperación fue creciendo en ellos a la vez que el dominio se les escapaba de las manos. La doble amarilla, justa y sin explicación, que vio Vácha marcó el devenir del partido, acabando con ese gol de Filipenko en los minutos finales.

También hay que destacar los nombres defensivos de la selección checa, muy importantes a la hora de evitar los goles y una muy buena ayuda para Tomáš Vaclík, principalmente, Lecjaks, Mazuch, Marek Suchý o, sobre todo, Ondřej Čelůstka, quien se queda fuera de muchos onces ideales del campeonato por el nivel defensivo de las finalistas.

  • Inglaterra y Dinamarca, las decepciones

Sin lugar a dudas, las decepciones negativas del torneo fueron Inglaterra y Dinamarca. De los locales se esperaba muchísimo más, y tan solo fueron capaces de ganarle a Bielorrusia. Sus estrellas estuvieron apagadas durante todo el torneo, principalmente Mike Jensen, Christian Eriksen y Nicki Bille, inefectivos y con bajo rendimiento. No hubo juego de equipo y sí demasiados errores en la zona de defensa.

Respecto a Inglaterra, pasó de ser el único rival para España, tras sacarle un punto en la fase de grupos, a caer vulgarmente eliminada empatando a cero contra Ucrania y perdiendo en los últimos 5 minutos contra la República Checa. Pese a los grandes nombres que traía en su plantilla, nadie pudo destacar en un combinado sin creatividad, sin visión de juego y sin ideas ofensivas. Todo se limitaba a intentos de Danny Welbeck o de Sturridge. Los Cleverley, Allbrighton, Sinclair, Muamba… no se pudieron lucir, ni apenas destacar. Muy mala actuación del combinado inglés que se mereció caer pronto.

  • Islandia y Ucrania pagaron su inexperiencia

Respecto a Ucrania y a Islandia, su eliminación en la fase de grupos es más comprensible. La calidad individual de la plantilla de Ucrania era muy inferior en un grupo compartido con España, República Checa e Inglaterra. Apenas destacaron en el conjunto de Yakovenko los Rakitskiy, Konoplianka, Zozulya o Yarmolenko, y pese a ello, lo hicieron de forma muy leve, con jugadas determinadas en diferentes partidos.

Sin embargo, pese a la opinión de otros muchos analistas, a mí sí que me parece una decepción considerable la caída de Islandia en el grupo. Una Islandia que demostró en la fase de clasificación ser superior a nivel tanto individual como grupal a Bielorrusia o, incluso, Dinamarca (por lo que se la vio en amistosos, puesto que no tuvo que clasificarse por ser organizadora). Traía nombres de mucho caché como Sigþórsson, Gylfi Þór Sigurðsson, Guðmundsson, Valgarðsson, Gunnarsson o Finnbogason, entre otros. Sin embargo, y pese a ser muy superiores en el partido inaugural del torneo contra Bielorrusia, los fallos defensivos acabaron con los hombres de Sverrisson. El penalti innecesario y la roja de Gunnarsson sobre Drahun condicionó ése y el segundo partido, con los agujeros defensivos que propiciaron el gol de Skavysh (en ligero fuera de juego), de Fabian Frei en 35 segundos y de Emeghara el día de Suiza. Islandia demostró quién era cuando goleó sin mayores dificultades a Dinamarca en la última jornada, pero su inestabilidad en defensa (principalmente atribuible a Eyjólfsson, Jónsson y Fjóluson) hace que nos quedemos únicamente con el golazo de Valgarðsson en la última jornada como mejor actuación de los islandeses.

Con todo esto en cuenta, mi once del campeonato, con el que cierro este post, es el siguiente. Formación en 4-5-1 (los jugadores en cada línea siempre dados de izquierda a derecha):

Hutar // Dídac Vilà, Filipenko, Rossini, Montoya // Muniain, Javi Martínez, Mata, Shaqiri, Nyakhaychyk // Adrián López

Concluye un torneo que hace a España campeona de Europa simultáneamente en categoría absoluta (2008) y sub 21 (2011).

1 comentario:

  1. ¿Filipenko en el 11 ideal? Tuvo mucha importancia en el entramado defensivo de Bielorrusia, pero la actuación de Botía a lo largo del torneo es impecable. Un saludo.

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