Ayer se disputaba el partido que tradicionalmente es la fiesta del fútbol nacional. La cita era en el Ljudski vrt de Maribor, uno de los estadios más grandes (aunque no el mayor) del país con unas 12.000 localidades, el estadio que es la casa de la selección eslovena. Allí se iban a enfrentar las dos potencias del país, los dos mejores equipos de la clasificación liguera del pasado año: Maribor contra Domžale.
- NK Maribor, apodados los Vijoličasti (violetas) y despectivamente llamados austriacos por la ubicación geográfica de la ciudad que lleva el nombre del club, llegaban al encuentro como locales tras haber ganado el campeonato local, la PrvaLiga. Sobre el papel eran los favoritos para el partido. En los 4 enfrentamientos ligeros contra su rival de anoche, el saldo fue bastante positivo para el equipo norteño, con 2 victorias y 2 empates, aunque dejaron caer un título en las manos de Domžale como fue la Copa de Eslovenia, cuya final perdieron en un emocionante partido sin dominador por un resultado de derrota por 4-3.
- NK Domžale, apodados los Ravbarji (bandidos), llegaron por su parte al partido de anoche con el título copero bajo el brazo, aunque sin el favoritismo para el encuentro. Un favoritismo que recaía en Maribor por la situación clasificatoria de la PrvaLiga y por el balance de duelos mantenidos en la pasada temporada, en la que tan solo ganaron 1 de 5 duelos directos y fue, precisamente, el título de Copa.
Sin embargo, el encuentro de Supercopa fue por otra línea. El comienzo fue impresionante, eléctrico y vibrante. Sin dominador claro en los primeros instantes, ambos equipos no se tuvieron ese respeto inicial que suele ser común. Ambos conjuntos decidieron no esperar para comenzar a atacar. Hubo alguna ocasión, no demasiado clara, en el comienzo del encuentro, pero la primera jugada destacable de partido iba a llegar en el minuto 9, con una incorporación por la banda derecha del conjunto visitante, concretamente del centrocampista alemán Florent Aziri quien puso un buen centro que despejó como pudo el guardameta Marko Pridigar pero que, después de un rechazo, controla de forma estética Wilson Aparecido Xavier Júnior "Juninho" para traspasar con su chut posterior la línea de gol de la portería de los Vijoličasti.
Después del gol que ponía en ventaja a Domžale, el partido continuó con la tónica que mostró en su comienzo, un intercambio continuo de ocasiones peligrosas de ambos equipos, llegando a haber incluso diferentes disparos al palo. Incluso se puede decir que el gol ayudó a reaccionar a Maribor ya que, aunque sí había tenido alguna ocasión antes del gol de Juninho, estaba algo más desorganizado tácticamente. Este componente de orden, de control y de construcción creativa de fútbol en el centro del campo lo puso Željko Filipović, un defensor/centrocampista joven (22 años) y con visión de juego que supo dar pie a que su equipo comenzase a tener más ocasiones en el primer tiempo. Muy polivalente, ya que su posición original fue la de central (incluso, por momentos de lateral), pero supo adelantar su posición cuando el equipo lo requería, y supo también adaptarse al rol de jugador de la línea de doble pivote que puso provisionalmente el técnico Darko Milanič. Su posición natural es precisamente ésa, la del centro del campo.
Se empezaron a ver ocasiones peligrosas de diferentes hombres de arriba, principalmente del capitán Marcos Tavares y, sobre todo, del centrocampista internacional macedonio recién fichado de Nafta Lendava -también de 22 años- Agim Ibraimi, un jugador con mucha pegada en ataque, zurdo, con poderío físico y de quien pudimos ver su debut en la selección sustituyendo a su compatriota Goran Pandev en un amistoso contra España en 2009. Como anécdotas de este extremo se puede contar que es un jugador políglota y volcado en sus estudios; pues habla con fluidez albano, inglés, alemán, macedonio y serbocroata y está comenzando sus estudios avanzados de esloveno y español, y que grandes clubes estuvieron detrás de él este verano, como Newcastle o Anderlecht, pero que decidió decantarse por Maribor para asegurarse jugar partidos.
También Domžale tuvo ocasiones de peligro en lo que restaba de primer tiempo, sobre todo, con las incorporaciones por la banda izquierda del lateral Tadej Apatič y las oportunidades peligrosas de las que dispuso del delantero croata Slobodan Vuk.
El encuentro llegó al descanso con el 0-1 en el marcador y se mantuvo vibrante en el comienzo de la segunda mitad. De nuevo, en esta sucesión de ocasiones, Domžale iba a ser contundente con una de las suyas, poniendo el 0-2 en el tanteador. En esta ocasión fue en el saque de una falta desde la izquierda del ataque visitante, servido al punto de penalti por Lucas Mario Horvat -el centrocampista argentino de 25 años, canterano de Argentinos Juniors y River Plate, ex-Interblock- y rematado de cabeza por el central croata Ivan Knezović ante el fallo en la salida de Pridigar. Corría tan solo el minuto 6 del segundo tiempo.
Maribor no tardó en reaccionar y decidió volcarse en ataque. Comenzó a avanzar con todas sus líneas y desde entonces adquirió mucha más verticalidad, algo que les era necesario y les fue muy beneficioso, ya que apenas 8 minutos después de encajar el gol, el conjunto norteño redujo distancias tras una jugada muy similar al que les supuso el primero de los tantos en contra. Incorporación rápida en el contraataque por la banda derecha, centro -esta vez más raso- puesto por el internacional esloveno sub 21 Martin Milec que transforma en gol con un potente chut con su zurda el debutante Ibraimi, el mejor jugador de los locales anoche.
Desde ese momento hasta los últimos instantes el encuentro redujo ligeramente el ritmo frenético que había llevado en su primera hora de juego. La tendencia varió. Por inercia, Maribor fue haciéndose con la posesión casi íntegra del esférico, y poniendo en peligro la portería defendida por un buen arquero como es Nejc Vidmar. Por su parte, Domžale redujo su dominio y colaboró también en la cesión de la posesión del esférico al conjunto violeta, tranquilo por el marcador que guardaban y porque el tiempo avanzaba en su favor sin que sus rivales lograsen tener ocasiones de excesivo peligro. En los últimos minutos sí que se volvieron a apreciar más ocasiones peligrosas por parte de ambos bandos, aunque no sirvieron para modificar el marcador que coronaría a Domžale como supercampeón de Eslovenia.
Es la primera vez que un mismo equipo se corona supercampeón dos veces en las 7 ediciones que se llevan disputadas, y la segunda en la que gana el campeón de Copa y no el de PrvaLiga. El único precedente que había era el triunfo del mítico Interblock Ljubljana -ahora en Segunda División- en 2008 ante, precisamente, NK Maribor, al que logró batir tras 120 minutos por un 7-6 en la tanda de penaltis de un encuentro que acabó con el 0-0 inicial.
Resumen del partido:
NK Maribor 1 - Marko Pridigar // Mitja Viler, Jovan Vidović, Aleksander Rajčević, Željko Filipović (Goran Cvijanović '70) // Martin Milec, Aleš Mertelj, Dejan Mezga, Agim Ibraimi // Dalibor Volaš (Marcos Tavares '45), Robert Berić (Etien Velikonja '81)
NK Domžale 2 - Nejc Vidmar // Luka Elsner, Ivan Knezović, Darko Zec, Tadej Apatič // Dalibor Teinović, Gerič (Miroslav Grbic '45), Lucas Mario Horvat // Juninho, Slobodan Vuk (Jernej Smukavec '71), Florent Aziri (Zadnikar '57)
Goles: 0-1 Juninho '9 // 0-2 Ivan Knezović '51 // 1-2 Agim Ibraimi '59
Árbitro - Matej Jug, buena actuación, sin incidencias.
Tarjetas - 2 amarillas para los campeones Tadej Apatič ('45) y Jernej Smukavec ('85). 1 para los locales, la vio Jovan Vidović ('90).
Incidencias - Aproximadamente 3.000 espectadores asistieron a la coronación de Domžale como campeón de la Supercopa de Eslovenia. Noche templada.
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