viernes, 8 de julio de 2011

El porqué de Argentina

La Copa América ya ha comenzado. De hecho, ayer nos acabamos de adentrar en la segunda jornada del torneo más importante de selecciones del continente americano, de la mano con la recién finalizada Copa de Oro. Más allá del nivel de los participantes y de la tacañería goleadora que nos está deparando el torneo, está extrañando de sobremanera el mal hacer de las selecciones consideradas por todos como grandes favoritas. Principalmente Brasil, Uruguay y Argentina. Sobre lo visto acerca de las dos primeras no se puede hacer análisis exhaustivo aún porque tan solo han dispuesto de una ocasión de mostrarse como equipos, pero en el caso de la albiceleste el problema parece serio.

Se ha repetido ya en los dos encuentros que ha tenido Argentina, tanto en el inaugural del pasado viernes como en el que aconteció el miércoles contra Colombia. Sergio "Checho" Batista, técnico de la selección argentina, planteó en la previa del torneo, tanto privada como públicamente, que el estilo que iba a intentar implantar la selección argentina era el mismo que utilizaba el FC Barcelona, un estilo que se utiliza como referencia en algunas selecciones y clubes para intentar lograr un sistema de mayor pegada y presencia en el centro del campo. Sin embargo, el plantel del que dispone y la manera en la que lo dispone no es apto para ese esquema.

Porque ya lo ha hecho en los dos encuentros que ha jugado. Checho Batista ha intentado darle a Leo Messi la misma importancia que tiene en el FC Barcelona, siendo el dominador de la zona central del centro del campo, partiendo desde la zona de media punta y jugando desde ahí como él más desee asistido por dos extremos en sendas bandas. En Barcelona, Messi está asistido por delanteros que se adaptan a las mil maravillas a esa zona de extremo por banda, como son Pedro Rodríguez y David Villa, pero en Argentina esos extremos están colocados "con alfileres".

Sergio Batista dispone en esos puestos a Ezequiel Lavezzi como extremo derecho y a Carlos Tévez como extremo izquierdo. En primera instancia, hay que notificar que ambos jugadores están ahí dispuestos en un sitio que no les es nada habitual como son las bandas, porque ambos jugadores rara vez han jugado ahí a lo largo de la temporada en sus clubes (Napoli y Manchester City, respectivamente), y en segunda instancia, puntualizar que como consecuencia, sobre todo en el caso de Lavezzi, tienden a irse hacia el centro, hacia su posición natural. Algo que destruye la idea inicial de Batista, porque Messi se queda sin el espacio que debería recorrer. Además, añadir que se está viendo a Lavezzi incómodo en la zona derecha, puesto que es incluso antinatural colocarlo en esa zona, ya que atendiendo a sus características de juego, a él teóricamente le correspondería la banda contraria.

Además de esto, hay otro factor que anula a Messi, un Leo Messi que está siendo devaluado por los medios argentinos y acusado de bajo rendimiento cuando, en mi opinión, es el formato ilógico de su selección el que lo anula. Está el factor Cambiasso. Es un centrocampista defensivo que en teoría está colocado por detrás de Leo Messi, bastante por detrás del actual Balón de Oro, casi en tareas de contención. Sin embargo, se ha visto que cuando Messi desaparece, el equipo se parte. No llegan los balones a la zona de delanteros y Argentina comienza a perder oportunidad de crear jugadas ofensivas. Casi involuntariamente, Cambiasso tiende a adelantar a Messi, intentando atribuirse el rol de jugador box to box para unir estas líneas. Algo que fuerza a Messi a ir retrasándose y apagándose.

A todo esto, unido a la presencia en el equipo de defensores fallones como Gabi Milito, a centrocampistas que juegan para el Checho sin minutos en sus clubes como Fernando Gago, y a que el míster no se atreva a modificar su idea por cómo la vendió antes del torneo fuerzan a Argentina a ser inferior a cualquier rival que se le ponga delante, siempre y cuando esté bien organizado tácticamente. Tan solo se atrevió a mover a piezas débiles, como pasó con la salida de Marcos Rojo en la zaga del partido de Bolivia al de Colombia.

Posibles soluciones:

  • Cambio total del esquema: introducir un formato de 4-4-2 en rombo (en lugar del actual 4-3-3), colocando a Messi como falso media punta y a dos delanteros puros, quitando a Lavezzi de la titularidad y dándole la delantera titular a Carlos Tévez (o Gonzalo Higuaín) y Sergio Agüero.
  • Inclusión de centrocampistas ofensivos: plantearse sinceramente la entrada de Javier Pastore, quien aportaría calidad y creatividad a un centro del campo que puede aumentar su poderío ofensivo con la incorporación de centrocampistas penetrantes por banda como Ángel di María.

Lo que está claro es que si Argentina quiere seguir optando a ganar el torneo que no toca desde 1993 tiene que hacer cambios pronto, porque lo único que está destacando del seleccionado albiceleste es el arquero, Sergio Romero. Y ya se sabe que cuando un portero destaca es porque le ponen reiteradamente a prueba.

1 comentario:

  1. Buenas soluciones, pero como dices, no creo que el Checho se contradiga y rectifique su sistema. Creo que Argentina va derecha a un fracaso monumental. Era previsible que Argentina no lo iba a tener fácil, pero desde luego muchos aún dudan de si se clasificará ante Costa Rica. Yo sinceramente creo que lo harán, por supuesto, pero Bolivia o Colombia no son Uruguay o Chile, y ni mucho menos Brasil.

    Básicamente coincido en todos los puntos, Messi no es Messi porque Argentina tampoco es el Barça. Pero al margen de eso, la defensa no es muy buena (¿a quién se le ocurre alinear a Milito?), Gago y Cambiasso no se enteran, las bandas no son utilizidas adecuadamente, y no hay un 9. Si a esto le añades que Messi es bueno, sí, pero no Dios, pues te encuentras un batacazo considerable.

    Saludos!!

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