Allá por el mes de noviembre de este ya agonizante 2011, se celebró en Yakarta la Final de fútbol de los Juegos del Sudeste Asiático que organizaba Indonesia. A modo de Juegos Olímpicos a escala y limitados a esta región del mundo, las selecciones sub 23 de los anfitriones y de Malasia pelearon en un partido algo underground y con escasísima repercusión mediática fuera de sus fronteras. Más allá del resultado (1-1, 4-3 en penaltis para Malasia), del nivel y de los jugadores destacados –donde aprovecho para dejar los nombres de Mohd Asraruddin Putra Omar "Asra", extremo izquierda malayo, y de Titus Bonai, punta indonesio, compañero de Oktovianus Maniani, extremo derecho, mejor jugador del Torneo–, esta Final permitió descubrir una de esas conexiones y relaciones entre personas de diferentes regiones, culturas y continentes que el fútbol suele establecer como gran elemento relacionante.
Un desafortunadísimo penalti mal parado por el portero indonesio –al que se le escapaba el balón de las manos tras haberlo atrapado– cerraba la tanda (ver). La alegría se desató entre los componentes del Harimau Muda , de los Jóvenes Leones, que habían conseguido el título por sexta vez. Investigando en su plantilla, un defensor y un mediocentro pertenecían sorprendentemente al FC ViOn Zlaté Moravce de la Primera División de Eslovaquia, la Corgoň Liga. Un club que no es ni mucho menos de los pequeños del país, atravesando una etapa de moderado esplendor tras la Copa ganada en 2007, la pertinente participación (en rondas previas) en la UEFA Cup 2007-08 y que, actualmente, está 5º clasificado y nada lejos de los punteros y conocidos MŠK Žilina, Slovan Bratislava o Spartak Trnava.
¿Cómo puede darse que un equipo relativamente potente de una liga europea en auge haya captado talentos malayos? Todo esto es gracias al sistema de funcionamiento de las categorías inferiores de la Federación Malaya de Fútbol, que hace que el Harimau Muda compita como un equipo profesional más en liga. El experimento se probó por primera vez en la temporada 2007-08, cuando la selección nacional sub 21 compitió en la Segunda División de Malasia. Octava posición de entre 13 participantes y eliminados en la Ronda 1 de la Copa nacional. El experimento podía proseguir.
Se reajustó el calendario competitivo en el futbol nacional malayo y las temporadas comenzaron a coincidir con años naturales. En 2009, la Federación Malaya topó con un problema de planificación: tenían que mandar a un seleccionado sub 19 a jugar el clasificatorio para el Campeonato Asiático de su categoría a China, pero la opción preferencial era que el Harimau Muda siguiese experimentando en Segunda División. Harimau Muda no era, por entonces, solamente la sub 21 del país, sino que reunía a todos los jugadores más destacados y llamativos malayos de edad inferior a 21 años, por lo que la solución propuesta por la Federación fue imaginativa: escisión en dos equipos. Una separación que hoy en día se mantiene. Harimau Muda dejó de existir como tal y se separó en dos nuevos equipos que mantuvieron el apodo de Jóvenes Tigres: Harimau Muda A (actual selección malaya sub 23), que disputaría la Segunda División y la Copa de Malasia, y Harimau Muda B (actual selección malaya sub 20), que adecuaría su plantel en función de los criterios de edad y competiría desde entonces en Asiáticos Sub 19, torneos juveniles y posibles Mundiales Sub 20.
Mientras el equipo B peleaba en la RP China por ir al Mundial Sub 20 de Colombia 2011, fallando en el intento, el A no sólo llegó a Cuartos de Final en Copa sino que salió campeón de la Segunda División. Al ver el incipiente poderío de la cantera de la selección nacional con respecto al de los equipos que competían en el futbol malayo, la Federación decidió mandar al Harimau Muda A a 8 meses de entrenamiento y desarrollo a Zlaté Moravce, en Eslovaquia, con objeto de acabar de formar a esa prometedora generación. Como si de un campamento de fútbol se tratase, el objetivo fundamental establecido fue que los futbolistas se empapasen de conocimientos tácticos y técnicos típicos del superior fútbol europeo y pudiesen rendir y competir en el futuro con la selección absoluta y, quien sabe, poder optar a llegar a un Mundial. Mientras tanto, el equipo B competiría en esta ocasión en la Segunda División de Malasia, donde se mantendría de forma permanente desde entonces hasta la actualidad con resultados algo irregulares.
La aventura europea del equipo A tuvo buenos resultados. No pudieron inscribirse en la Corgoň Liga por los consabidos criterios de UEFA, pero sí jugaron diferentes amistosos con equipos de la zona y de la categoría. Ojeadores se desplazaron para comprobar el nivel de estas nuevas estrellas en formación de Malasia, atraídos por sus regularidad competitiva, su estilo de fútbol y sus novedosos e incluso mejores –según ciertos preparadores físicos eslovacos– métodos de entrenamiento. Los casos más reseñables son los de estos jugadores mencionados anteriormente, ese defensa (Mohd Fadhli Mohd Shas) y ese centrocampista (Mohd Irfan Fazail), junto al de un delantero al que no se vio en los Juegos del Sudeste Asiático pero si jugó un amistoso contra el Chelsea en julio, Wan Zack Haikal Wan Noor; todos de 1991, que firmaron una cesión con FC ViOn Zlaté Moravce (aprobada por su Federación) y estarán toda esta temporada militando en las filas del equipo del oeste de Eslovaquia. De momento están estancados en su progresión: Mohd Shas y Wan Noor no han jugado siquiera un minuto aún, y Fazail, pese a haber entrado en 2 partidos como suplente en el mes de octubre, acumula un total de 9 minutos disputados. Aun así, podrán decir que jugaron como profesionales en el primer equipo de una entidad europea.
Tras acabarse la estancia en Europa, el Harimau Muda A, con las bajas (por cesión) de los jugadores mencionados, regresó a Kuala Lumpur, y la Federación quiso testar si la experiencia mereció la pena. Ante la desaparición del PLUS FC, les dieron a los jóvenes la oportunidad de jugar en la Super League Malaya, ocupando su plaza en la Primera División del país, a modo de entrenamiento al máximo nivel posible con la mirada puesta en los Juegos del Sudeste Asiático del que saldrían victoriosos. Cayeron en Ronda 2 en Copa, pero fueron quintos clasificados de la máxima categoría.
Tras un convenio entre Malasia y la Ciudad Estado de Singapur, la Federación de Fútbol de la Ciudad (que cuenta con Liga propia de 12 equipos y donde juega el equipo satélite del Albirex Niigata japonés), que también tiene a su selección sub 23 convertida en club bajo el nombre de Young Lions, realizará un intercambio tal que los Young Lions competirán en 2012 en la Super League de Malasia, mientras que el Harimau Muda A probará suerte en la máxima categoría de Singapur. La temporada comenzará al final del invierno en ambos Estados. Habrá que estar pendientes de si surgen nuevos ídolos futbolísticos en estas regiones del Sudeste de Asia.
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